Tras su juramento de resolver aquel conflicto por las armas, Ráltemar Manuk y los reyes que continúan siéndole fieles parten con sus ejércitos hacia la lejana Inducia para evitar que Milseon levante allí un imperio capaz de disputar a Ahâ-Men-Ptah la hegemonía que ejerce sobre el planeta.
Sin embargo, mientras se suceden los combates contra una flota muy superior a la esperada, Milseon decide terminar con una situación que se complica más de lo deseado y ordena poner en marcha un plan que destruya para siempre su odiado Ahâ-Men-Ptah sin imaginar las devastadoras consecuencias que traerá consigo.
Desde ese momento se inicia una lucha contrarreloj para intentar evacuar de las Islas al mayor número de personas antes que se produzca un suceso tan demoledor que cambiará para siempre la faz del planeta… Una lucha en la que Firdonio y su familia se verán obligados a superar toda clase de obstáculos si quieren no sólo reunirse, sino seguir vivos.
En esta segunda parte se desvela la identidad de quienes manejan los artefactos que nos visitan desde la prehistoria y el origen de una especie tan inteligente que según la Teoría de la Evolución no debería estar aquí: nosotros.
Y es que la Historia, estoy convencido, no es tan sencilla como han tratado de hacernos creer.