Valencia, España, principios del siglo XVIII. Con la guerra de Sucesión recién finalizada, la joven Irene asiste con Hernando, su padre, a una ejecución múltiple que él preside. Nueve reos –siete hombres y dos mujeres– morirán en el garrote vil, un artefacto con el que se aplicaba la pena capital. Irene quiere saber si son justas las condenas, y por eso le pregunta a su padre sobre el pasado de aquellos que están a punto de morir.
El camino de las torres al garrote vil nos cuenta ocho historias tras la sentencia a muerte, nos narra qué ocurrió con nueve convictos para que fuesen condenados a morir de esa manera, frente a conocidos y desconocidos, amigos y enemigos. El lector, como Irene, puede valorar si son justas o no las condenas a los sentenciados.