El objeto de esta obra es el análisis de la figura del compliance, prestando especial atención a su incidencia en los partidos políticos.
La responsabilidad penal de las personas jurídicas establecida en el art. 31 bis del Código Penal exige a las formaciones políticas el diseño e implementación de un sistema eficaz de vigilancia y control de los comportamientos delictivos si quieren evitar las responsabilidades derivadas de la actuación de sus órganos de administración o personas que se encuentren bajo su autoridad y sobre los que no se haya ejercido el debido control.
Para ello, la figura del compliance se convierte en una herramienta fundamental para garantizar la implantación de una cultura de la legalidad en la organización política, asumiendo las funciones destinadas al cumplimiento no solo de las obligaciones de naturaleza legal, sino también de los patrones éticos establecidos en la organización relacionados con el desarrollo de su actividad.