La ideología de género pretende construir o diseñar una mujer nueva y, con ello, una sociedad nueva, un mundo nuevo, que nos llevará a un Mundo Feliz. Sin embargo, lo que estas ideólogas o mejoradoras-de-la-mujer pueden conseguir, lo que ya están consiguiendo, es que la mujer, en muchos aspectos, sea más débil y dirija peor su vida: que retroceda. Están malogrando todas esas nuevas posibilidades que se abren hoy a la mujer por la prosperidad material y la técnica ―conseguidas en nuestras sociedades― para alcanzar una vida más plena.
Esto sucede porque las propuestas de estas mejoradoras-de-la-mujer van en contra de la naturaleza de la mujer; porque en vez de tomar como punto de partida la sabiduría que se basaba en las enseñanzas procedentes de la experiencia de generaciones anteriores, están lanzando a la mujer a una vida sin previsión y sin futuro. Están dejando a la mujer sin armas de autodefensa ―que son las más efectivas― para erigirse ellas, las ideólogas, en sus defensoras. Y los resultados ―mayor índice de violencia juvenil antes desconocida, de violaciones, de suicidios, de depresiones, etc.,― no parecen muy alentadores.
ELENA GARCÍA MARTÍNEZ se licenció en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid y es Doctora en Filosofía del Derecho, Moral y Política por la Universidad Complutense de Madrid. Es catedrática de Filosofía de Enseñanza Secundaria. Ha impartido clases como profesora asociada de Teoría e Ideologías políticas en la Universidad Carlos III de Madrid. Así mismo es autora del libro La tradición en Hayek.