Las leyes de educación insisten sobremanera en atender a las competencias educativas que el alumnado habrá de conseguir para llevar adelante un «saber hacer», enmarcándose dentro de un ámbito puramente utilitarista en el que la persona se transforma y capacita para el mercado laboral al que va dirigido. Si bien esto es importante, es necesario que, atendiendo al “saber hacer”, también se atienda al “saber ser”. Este “saber ser” es lo que llamo competencia espiritual o de sentido. Es importante saber hacer cosas, pero también saber por qué se hacen y aquí es fundamental el sentido que se da la existencia de la persona. Para fundamentar esta propuesta competencial se acude a la filosofía de Simone Weil por ser una persona que conjuga coherencia de vida y espiritualidad, transformándose en modelo de una persona competente en lo espiritual. La filosofía espiritual de Simone Weil muestra lo importante que es saber orientarse en la existencia desde una espiritualidad encarnada.
La competencia espiritual en educación

La competencia espiritual en educación
Valentín González Pérez
Editorial Letra Minúscula
ISBN: 978-8419978189