Candela regresa a Cuba con sus hijos, impulsada por un llamado interior que no sabe explicar, pero que arde con la urgencia de lo inevitable. Lo que encuentra es una isla devastada por huracanes visibles e invisibles, una tierra que ya no es como antes en su superficie, pero que aún late bajo sus pies con la fuerza de la memoria y el amor. La esperan su familia, su gente, su madre y grandes secretos.
Yirka Gonzalez nos sumerge en un universo donde la muerte no es el final, sino el umbral hacia una verdad más profunda. Una narración intensa, visceral, tejida con las fibras del duelo, el perdón y la espiritualidad más profunda, donde el destino no es un enemigo, sino una voz que susurra en medio del caos.
Yirka Gonzalez (F.B.) nació en Cuba un 28 de marzo de 1972 en un pueblo llamado Rancho Veloz. Desde muy niña desarrolló el don de la escritura empírica y su pasión desmesurada por la literatura erótica y mística. Yirka tuvo una infancia difícil, de esas que dejan tatuajes en el alma; fue gracias a su espíritu indomable y a su incansable ansia de libertad que consiguió re-inventarse y fundirse en un abrazo con el cielo y la tierra. Hoy ella sonríe en paz. Otras obras de la autora: La huella del recuerdo (en re-edición), Beatriz, los magnolios y Dios y la primera parte de La voz del destino (entre cadenas y cartas del tarot); estas dos últimas disponibles en Amazon.