Cierta poesía, ciertos poemas se escriben para tratar de entender el mundo, para reflexionar sobre sentimientos, hechos y acontecimientos; para poner en palabras la experiencia, la vida vivida, para manifestar asombro ante la naturaleza y los hallazgos de la ciencia, pero también para denunciar lo que está mal en la sociedad contemporánea.
Estos poemas libérrimos no admiten trabas ni sujeción a modelos, formas o temas; en ellos su autor persigue lo mismo a los dioses, al poder político y económico, se revuelve contra la maledicencia, la envidia y otras lacras, y canta a la naturaleza, a la historia remota y a la vida, a la permanencia en el universo. Pero esto implica una conciencia clara de los excesos, las limitaciones y grandezas del espíritu humano, el cual sondea con líneas desafiantes que apelan a la inteligencia del lector como un guía moral que pone de relieve contradicciones y arroja luz sobre la senda andada.
NORBERTO ALBALONGA
Nació en Argentina, tierra de pampas y gauchos. Siempre estuvo muy en sintonía con la naturaleza y la gente de muy diversas edades, ideologías y filosofía de vida. Por este motivo puede verse en sus poemas las diferentes circunstancias del hombre con su entorno y trata de que, de alguna manera quede algo útil al lector al leer las páginas de sus libros.