Un paseo por mi infancia y adolescencia plenas de deseos y ensueños dieron paso a múltiples viajes por el magno orbe, donde gracias a medios de locomoción como el automóvil, aeronaves de todo tipo y barcos de gran y poco calado, recorrí decenas de miles de kilómetros.
Conocí gentes, culturas, costumbres y vivencias que en algún caso situaron mi vida en grave riesgo y hasta al borde de la muerte.
Desde el retiro, y tras haber vuelto a superar complejos obstáculos en este especial sendero, hago repaso de una minúscula parte de mi pasado, acompañado de esa inseparable fantasía.