LA II GUERRA MUNDIAL LLEGA A SU FIN
El ejército alemán está retrocediendo en todos los frentes. Con la intención de neutralizar el avance aliado, al Alto Mando alemán lanza una arriesgada ofensiva en la región de las Ardenas, entre Bélgica y Luxemburgo, con la finalidad de dividir y derrotar a las tropas americanas e inglesas, y establecer un ventajoso armisticio con los aliados, de esta manera, poder concentrar todo su esfuerzo bélico contra la Unión Soviética. Un plan osado, minuciosamente preparado, con un añadido sorpresa, el envío de un bombardero, un prototipo a reacción, ultra secreto, cargado con 10.000 kilos de alto explosivo.
Su objetivo: Nueva York. Su misión: devastar Manhattan.