Inicio por el principal artífice de esta obra, la persona, el auditor, y en seguida trabajo en conceptos fundamentales, los que por experiencia evidencié, crearon confusiones y controversias —y aún—, severas incluso, entre todos los actores de esta vasta comedia.
Abordo los errores más frecuentes en los que todos hemos caído de una manera u otra y nadie queda exento de ellos, pero solo reconociéndolos se abriga la posibilidad de superarlos, errores que se plasman en hechos de la vida real, que de un puñado de recuerdos he seleccionado para compartirles y en donde con el relato que hago de ellos, no solo pretendo explicar lo que pasó sino a modo de terapia hacerles a esas vivencias de una vez por todas, catarsis, las que tanto mi mente demanda en procura del retorno al equilibrio emocional, derecho de todo ser humano, en honor a la verdad.