Durante la primera mitad de mi vida dediqué mis días a perseguir y alcanzar todos los objetivos que otras personas determinaron como el éxito y la felicidad para mí; objetivos que definirían el tipo de persona que sería ante los demás. A medida que los iba logrando, el vacío que sentía en mi interior redoblaba su eco, pero me resistía a escucharlo y lo rebatía argumentando que aún me faltaban metas por conseguir. Cuando las alcancé prácticamente todas, ya no me quedó ningún razonamiento coherente para seguir negando esa llamada.
En el momento en que la acepté, en ese mismo momento en el que tomé la primera decisión, algo ocurrió. Al cambiar mi perspectiva sobre los caballos, que siempre han formado parte de mi vida, aparecieron las personas que me acompañaron en mi transición. La transición de lo que pensaba que era a lo que SOY, la transición para descubrir mi autenticidad y mi unicidad, desde dentro hacia fuera. Comparto esta transición contigo con la esperanza de que te sea útil para encontrar tu propia autenticidad. Authenticus.