Daniel García Tola, otrora protagonista de una vida intensa por medio mundo y ahora mero observador de la misma desde su atalaya en Rodilana, recoge sus recuerdos, los evoca y mezcla con la historia real de la España de Franco.
Y de este cóctel de hechos históricos, recuerdos, anécdotas, vividas unas y escuchadas otras, investigadas y comprobadas todas, surge la historia de un hombre anónimo elevado a las más altas alturas por el Régimen y dejado caer de forma cruel e inmisericorde a la más absoluta de las ruinas económicas, que no morales y éticas, virtudes que no pudieron destruir ni minorar los responsables de tamaña locura.
Todo lo sucedido hasta aquel 20 de noviembre de 1975 fue tan absurdo, cruel e injusto (y cuantos adjetivos queramos poner), que el autor solo encontró la manera de abordarlo desde la caricatura más inmisericorde y sarcástica posible.