Aunque algunas personas opinan que el aforismo es una forma arcaica de expresión, la verdad es que estos breves fragmentos de sabiduría han sobrevivido de generación en generación debido a su concisa, lacónica, sucinta y muchas veces graciosa y figurativa manera de expresar una verdad general o principio. Y esa palabra, “verdad”, es la palabra clave, porque el valor de estas cortas declaraciones consiste en las verdades que contienen. Como fue dicho al principio de la historia de la escritura, en Las Máximas de Ptahhotep, el libro mas viejo del mundo: «Si su verdad es llevada a cabo, esto será prueba de su dignidad, y su recuerdo continuará en la boca de la gente, porque sus dichos son buenos».
EL AFORISTA es el producto de un proceso de selección de los pensamientos y reflexiones breves del Autor acerca de una amplia variedad de aspectos de la experiencia humana.