En un universo indeterminista como este, es posible revertir situaciones extremadamente complejas: creando, creyendo y asumiendo tener un poder absoluto para cambiar las cosas. El salto cuántico espiritual obedece a un anhelo genuino de libertad, de emancipación y de transformación radical. El símil de la oruga y la mariposa ilustra de manera perfecta el “tránsito” en nuestro proceso de individuación.
Aitzol Zunzunegi Etxeberria (24-06-1980) es técnico de mantenimiento. Tras La alegría sin causa, esta es su segunda incursión en la narrativa espiritual.