Una prisión de alta seguridad repleta de asesinos despiadados. Pronto se verán enfrascados en una situación de vida o muerte, un juego perverso, con un propósito misterioso, y en el que todo el tiempo está la posibilidad de perder, y sin tener la esperanza de que la victoria implique salvarse.
El responsable del juego, un hombre desquiciado escondido detrás de una máscara de conejo; un hombre que jugará con la mente de los implicados, demostrándoles que ni entre ellos pueden confiar.