A punto de cumplir trece años, Gaby debe organizar su propia fiesta. Sus amigas: la Emy, la Lucy y la July le prestan apoyo en medio de unas circunstancias no del todo propicias para esta tarea. Esta situación dará lugar a una profunda experiencia de aprendizaje.
Con un leguaje preciso, organizado en función del propósito de narrar, Gaby y el mundo de los adultos tiene la virtud de conjugar una narración vigorosa y una exploración enriquecedora de la entrada en la compleja experiencia de la adultez.