Ruben es un clásico jubilado, con una vida rutinaria y tranquila, hasta que recibe una perturbadora carta sin remitente, que lo trastorna por completo. Sin saber que hacer, decide contratar un investigador privado buscando encontrar al culpable de hacerle llegar La carta y develar el misterio que esta trajo. Así, conocerá al implacable y excéntrico Molina y a su hosca asistente, Esther. Los tres se verán involucrados en el seguimiento de innumerables pistas, debiendo visitar cantidad de lugares, como un burdel, el convento o el manicomio. Lidiarán también con un sinfín de pintorescos e insólitos personajes, que ayudarán o entorpecerán la investigación. El autor hace uso de una creatividad poco frecuente para darle vida a personajes extravagantes en esta novela en la que la candidez y el suspenso van de la mano, fluyen los diálogos ocurrentes, y las ingeniosas acotaciones comparativas en la voz del narrador.