La partícula de Dios

Todo el mundo especuló con lo que ocurriría, pero nadie te contó, hasta ahora, lo que realmente pasó…

La vida de Ross Brawm, físico y subdirector del proyecto científico más ambicioso de la historia de la humanidad, ubicado en el LHC de Ginebra (el laboratorio de física nuclear que contiene el mayor acelerador de partículas del mundo), comienza a girar hacia un rumbo desconocido la noche en que, en vísperas de una importante prueba, sobre dicho complejo se produce el avistamiento de unas inexplicables esferas de luz. Las consecuencias mediáticas y corporativas que traerá tal acontecimiento introducirán en Ross el germen de la duda, que hará tambalearse un universo mecanicista siempre a salvo de nociones no constatables científicamente, tales como la fe o la existencia de vida más allá de la Tierra o más allá de la muerte.

¿Cuál es el origen de las misteriosas esferas, así como de los perfectos y gigantescos dibujos proyectados en los campos que rodean el LHC y en innumerables localizaciones en todo el planeta? La búsqueda de la respuesta sumirá a Ross en una vorágine de corazonadas y acontecimientos de difícil explicación racional que en pocos días lo llevará a Egipto (donde de la mano de científicos disidentes del establishment descubrirá evidencias que ampliarán sus dudas sobre la capacidad de la ciencia oficial para dar cuenta de la historia y la realidad) y a Nepal (donde un lama lo asombrará con una descripción minuciosa del corazón del acelerador y le hará entrega de una ecuación que resultará clave para el futuro del proyecto y le dará una perspectiva clarificadora de cuan cerca se está lo cuántico de lo divino), que cruzará en su camino a la mujer más importante de su vida (Alison Price, quien se revelará no solo pieza importante de su presente y futuro sino de su pasado) y que, tras la pérdida de su madre, envuelta en una experiencia indescriptible en sus momentos finales, hará reflotar en su presente todo un pasado remoto y lleno de cuestiones pendientes que en breve van a resolverse.

El resquebrajamiento del ideario científico de Ross acarreará también el descubrimiento de un orden mundial cerrado e interesado en negar cualquier posibilidad de contacto con vida extraterrestre y en mantener el monopolio de aquellos canales esenciales del conocimiento que durante milenios han ocultado al resto de la humanidad. Sin embargo, la innegable crisis de dicho orden, así como el interés de las jerarquías gobernantes por llevar a cabo la prueba con el acelerador a pesar de las señales disuasorias, van a precipitar los hechos por una pendiente que hasta el final de la novela no se sabrá si conduce al abismo o la salvación.