Ha llegado el momento. Con sus espadas de madera y sus escudos de latón, todos corren a la iglesia. A la entrada, el emblema de la Orden inquieta a más de un aspirante. Nadie sabe quién es el Director ni qué terribles normas tendrán que aceptar para ser admitidos. Martín debe decidir si permanece en la Orden de los Niños Caballeros o escucha el llamado de su corazón y sale en busca de sus padres.
H. M. Martín.
Capitán de barcos de papel,
toma limonadas en invierno,
lucha contra los espantos.
Renania del Norte-Westfalia,
Alemania.