Condenado por sus tíos a ser un intelectual, después de que cortaran sus uñas al nacer y las dejaran reposar entre las páginas de un libro, Daniel García Rangel desempolva sus memorias en este delicioso recorrido desde Pedro Betancourt en Matanzas, Cuba, la cuna donde vio la luz, hasta Orlando en Florida, donde un día quizás descanse.
Sin dejar de andar La Habana, en sus años de esplendor y en los más tristes, Memorias de Juan Primito revive algunos de los mejores momentos del teatro cubano y el autor sin perder sus raíces después de su salida de Cuba en 1992, nos deleita con historias inéditas de personalidades de la cultura de su país, nos dibuja la otra orilla con sus bondades y dolores y nos deja con el deseo de seguir disfrutando de esa amalgama entre lo real y lo ficticio, que sin lugar a dudas transporta al lector entre cuentecitos de horror, amor y humor, a la vida de un artista que atesora recuerdos de más de medio siglo dignos de compartirse.