Un día, en los parajes lejanos de Tierra Amada, los actores se rebelan y deciden que no necesitan de un dramaturgo, guionista o autor que les diga lo que tienen que decir, hacer, pensar o sentir. Quieren liberar su imaginación de las restricciones impuestas de alguien que se cree dueño de su actuar, desligarse de las ataduras de la conformidad y sumergirse en mundos de posibilidades infinitas.
Esta nouvelle propone que las personas comunes y corrientes son los verdaderos actores de la vida que se presentan en todos los escenarios de la sociedad y no en las cuatro paredes de un teatro. Es un llamado a la aventura y a descubrir el poder transformador de la creatividad desenfrenada.
A medida que transcurra la historia, el lector también se adentrará en el juego que propone la novela, que intenta salirse de los libretos, que los actores se saquen las máscaras y así jugar el juego que ofrece la vida real.