La potencia de mis pensamientos
sacude el amodorramiento
que me aletarga; y el aislamiento
se deshace con los argumentos
que proporcionan tu amor cierto
reconfortándome al momento
arrastrándome a tu buen puerto
despejando mi aire somnoliento
exhalado el suspiro de mi aliento.
(Versos Eneasílabos)
Despistándome el detraimiento
absurdamente presentía
que grandes acontecimientos
sobre mi entorno caerían
turbando el desasosiego
quemando y apagando el fuego
de mi tranquilidad marchita
como un extraño hermafrodita.