El narrador nos cuenta, casi siempre en primera persona y con gran pasión, para así poderlo plasmar, las reflexiones que le surgen en el estilo de vida que lleva. Dueño de un bar de copas humilde y nocturno donde el humor, la música, principalmente rock, y la gran variedad de situaciones entre los clientes/amigos serán protagonistas junto al sexo, a veces explícito, y alguna que otra noche de drogas. Todo ello en el centro de Madrid, premóviles y redes sociales. Nos trasladará, y recordará, hasta esa época que ya nunca volverá.
La narración es muy dinámica y para ello se apoya en los diálogos, lenguaje urbano y el argot del momento. Algunos vocablos han sobrevivido hasta nuestros días, aunque otros ya no se utilizan.
Manolo M Huertas es ferroviario profesional. Esta es su segunda novela publicada tras Huida en Zàhgalo. Fue copropietario de dos bares de copas y durante un tiempo el único dueño de cada local. Después de transcurridas algo más de dos décadas acude a sus recuerdos, y muchos apuntes que escribió en su momento, para ficcionar esta novela con su mayor deseo de entretener, y divertir.