Una niña juega bajo un árbol. Entre sus raíces pierde una pieza de su puzle rojo. En el Chile de Pinochet, su familia sufre muchas carencias, por lo que esa pérdida, para ella, es trascendental y simbolizará mucho más que un juguete arruinado.
La pobreza y los atropellos a la libertad los obligarán a emigrar. En Francia, la niña crece en un entorno conflictivo, con diversos problemas familiares que no entiende, porque el silencio impera y hay cosas de las que no se habla.
Pero los árboles saben, y se comunican mediante sus raíces. Ellos permitirán que una dolorosa verdad salga a la luz y que las piezas del puzle vuelvan a encajar.