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ToggleCalidad o cantidad escribiendo libros es una (¿falsa?) dicotomía que tiene su buena razón de ser. Como autores, muchas veces nos sentimos satisfechos con la calidad de nuestra escritura (después de mucho trabajo), pero dudamos si la cantidad de páginas será suficiente.
El problema de calidad o cantidad escribiendo libros no tiene una solución única: existen obras literarias breves, como La vida de Lazarillo de Tormes o La metamorfosis que, a pesar de tener pocas páginas, se han convertido en clásicos universales.
Entonces… ¿es en verdad tan importante la cantidad de páginas o es más relevante enfocarse en la calidad del texto? ¿Cuál es el punto justo de equilibrio entre estas dos variables? ¿Crees que la cantidad pasa a un segundo plano cuando la calidad del texto es buena?
Continúa leyendo y conocerás una perspectiva realista para aclarar el dilema entre calidad o cantidad escribiendo libros.
Ventajas de calidad vs. cantidad
Ya lo dice el viejo refrán: lo bueno, si es breve, dos veces bueno. ¿Lo escuchaste alguna vez? ¿Cuál es su verdadero significado y cómo puede vincularse con la publicación de libros?
Simple: es más fácil escribir un libro breve de altísima calidad que uno largo que tenga ese nivel literario tan elevado.
¿Entonces el dilema se cierra ahí y ya no hay nada más para discutir? Todo lo contrario, la discusión acaba de comenzar. El tema es más complejo de lo que parece, vamos a verlo en detalle.
Publicar más libros aumenta las probabilidades de éxito
Eso es innegable por un simple criterio estadístico: el autor que publica decenas de libros tiene más oportunidades de enganchar a los lectores, pero, sobre todo, tiene más probabilidades de escribir algo bueno entre tanto volumen de texto.
Esto no quiere decir que escribir mucho sea una garantía perfecta de que, en algún momento, escribirás algo bueno. Si no te formas, si no perfeccionas tu técnica aprendiendo de los errores, escribirás mucha cantidad sin calidad, algo que en realidad te hace perder tiempo valioso.
Escribir más cantidad te da más experiencia
Cuando nos referimos a aprender de los errores estamos hablando de experiencia. La única manera de equivocarse es hacer algo. Si ese algo es escribir, tarde o temprano cometerás errores. Aprende de ellos.
En la escritura, no hay nada más valioso que la experiencia. Es algo parecido a tocar un instrumento o dedicarse a un arte cualquiera. Tienes que pasarte horas y horas intentando hacer lo correcto hasta que, por fin, consigues que ese acorde de tu guitarra suene de manera armoniosa o que ese verso tenga el ritmo que buscas hace tanto tiempo.
¿Escribir mucho o escribir bien?
La respuesta a este interrogante radica en no poner los dos casos como extremos opuestos. ¿Qué significa esto? Pues quiere decir que escribir mucho y escribir bien no son realidades contrapuestas, sino que pueden ocurrir de manera simultánea y solaparse.
Puedes escribir mucho y siempre mal, si lo haces sin ton ni son, de manera desorganizada, sin ningún intento de destreza literaria, o puedes escribir poco y de manera extraordinaria, es cierto.
Pero también puede darse el caso en que escribas mucho y una parte de tu escritura sea excelente, mientras que la otra es mediocre o mala. Además, también podrías escribir poco y siempre mal. Estos son solo casos hipotéticos para ilustrar el gran abanico de posibilidades que ofrece esta falsa dicotomía.
¿Es mejor escribir más libros o centrarse en la calidad?
Está bien, plantear todas estas posibilidades es sin dudas interesante. Sin embargo, lo más probable es que busques una respuesta meridiana, que resuelva de manera taxativa el interrogante principal.
Lo cierto es que, si escribes mucho, en algún momento escribirás algo bueno. Mientras más te esmeres en conseguirlo, más rápido llegará ese momento.
Por el contrario, si escribes poco, salvo que tengas un talento extraordinario, salvo que seas un genio, tus libros serán escasos en cantidad y en calidad al mismo tiempo.
¿Calidad es mejor que cantidad?
En términos absolutos, la calidad tiene el favor del público: si una obra es genial, poco importa su extensión. La cantidad sin calidad alguna cae por su propio peso, no convence a nadie.
Puedes escribir cien libros mediocres y quizás nadie te recuerde o escribir uno solo y ser un autor célebre por el resto de la historia.
Y, hablando de historia de la literatura, en ella existen muchísimos casos de autores que alcanzaron la gloria máxima, algunos de ellos publicando poco, otros publicando en grandes cantidades.
Los ejemplos que vienen a continuación demuestran que la calidad y la cantidad no se excluyen entre sí y que se puede ser un autor exitoso escribiendo mucho o poco. Eso sí, en todos los casos, debes escribir bien.
Ejemplos de escritores que publicaron mucha cantidad de obras

#1. Benito Pérez Galdós
El clásico autor español tiene más de 100 obras publicadas que abarcan multitud de géneros: novelas realistas e históricas, obras de teatro, ensayos, etc.
#2. Isaac Asimov
El estadounidense es famoso por sus obras de ciencia ficción, aunque también escribió libros de divulgación científica, de historia, obras orientadas al público juvenil, ensayos, etc.
#3. Lope de Vega
Lope es un paradigma de escritor prolífico. Hay un halo de leyenda en torno a la cantidad asombrosa de obras que creó, a tal punto que muchos descreen del número alegando que no le hubiera alcanzado la vida para escribir tanto.
No hablamos de 100 o 200 obras, sino de miles y miles entre poemas, novelas y obras de teatro, además de otros géneros. Se especula que Lope de Vega escribió casi 5000 obras, aunque solo se conservan unas 500.
#4. Miguel de Unamuno
Unamuno es otro clásico siempre mencionado entre los autores más prolíficos en lengua española. Tiene más de 60 libros bien conocidos entre novelas, ensayos filosóficos, obras de teatro y creaciones poéticas.
#5. Camilo José Cela
Cela también tiene un inmenso volumen de libros publicados. Son alrededor de 60 entre cuento, novela, diccionarios literarios y ensayos.
Ejemplos de escritores exitosos que publicaron poca cantidad de libros
En el otro extremo del espectro están los autores que publicaron poco y, sin embargo, se hicieron famosos a nivel mundial y vendieron miles y miles de ejemplares.

#1. Juan Rulfo
Rulfo es un paradigma en este sentido. Sus textos más famosos, El llano en llamas y Pedro Páramo lo llevaron a la fama y, aunque se trata de obras en extremo populares, no se puede mencionar mucho más acerca de la literatura de Rulfo.
#2. J. D. Salinger
Este es otro ejemplo clásico de escritores que publicaron poco y alcanzaron fama mundial. El autor de El guardián entre el centeno publicó otros textos bastante menos célebres, como los Nueve cuentos y Franny y Zooey.
#3. Silvina Ocampo
Esta autora argentina de culto es quizás más famosa por haber sido hermana de otra escritora célebre de su época (Victoria Ocampo) y amiga y colaboradora de Borges y Bioy Casares.
Sin embargo, Ocampo publicó once libros que son un tesoro para sus fervientes fanáticos.
Calidad o cantidad escribiendo libros: esto es lo importante
¿Es más importante la calidad o la cantidad escribiendo libros? Respondamos el interrogante en tres puntos clave.
#1. Ambos factores pueden ser determinantes
Puedes alcanzar el éxito con un solo libro excelente o con muchos de variada calidad.
#2. La calidad tiene un lugar de privilegio
La respuesta rápida a la pregunta sobre calidad o cantidad inclina la balanza a favor de lo primero. Escribir bien siempre está bien, aunque parezca una obviedad decirlo. Un texto de calidad tiene mayor «peso específico» que uno mediocre, no importa el género.
#3. Escribir libros en cantidad aumenta las probabilidades de éxito
La cantidad de libros no es un factor menor. El algoritmo de Amazon KDP te beneficia si publicas libros de manera regular, siempre y cuando esos libros obtengan buenas reseñas.
¿Qué opinas tú sobre este tema? ¿Te parece que la calidad es más importante que la cantidad o que ambas cosas van de la mano? ¡Déjanos un comentario aquí abajo y dinos lo que piensas!
8 comentarios en “Calidad o cantidad escribiendo libros”
Un artículo muy interesante. Yo creo que a hoy en día hay muchos autores que publican una gran cantidad de libros al año pero su temática es más ligera. Creo que todos los libros deben trabajarse, pero la temática y la profundidad de los mismos influye en el tiempo dedicado a crearlos.
Totalmente de acuerdo contigo. No es lo mismo escribir una novela profunda que requiere investigación y desarrollo de personajes complejos, que un libro más ligero o de entretenimiento rápido. Cada obra tiene su proceso y su valor, pero sin duda, la calidad necesita su tiempo. Lo importante es que el autor sea consciente del tipo de libro que quiere ofrecer al lector.
Es un tema muy relativo…..si la cantidad, va acompañada de calidad, adelante la CANTIDAD.
Ahora bien pienso que la vida es demasiado corta, para leer obras mediocres de (0 a 6).
Creo las obras que se editen y lean han de ser excelentes o notables ( de 7 a 10 ).
El tiempo es ORO. Y la vida también.
F.J.
Totalmente de acuerdo contigo, el tiempo es un recurso valioso y no se puede desperdiciar leyendo libros mediocres. Apostar por la calidad, tanto al escribir como al leer, es esencial. Aunque algunos defiendan publicar mucho, si no hay excelencia detrás, no tiene sentido. Como tú dices: vida solo hay una.
Bufff que tema mas difícil! Es lo que comentas, que lo ideal sería escribir mucho y con calidad. Pero eso, para aficionados como yo, me parece un sueño inalcanzable. De todas formas he de decir que releyendo cosas que escribí hace años, si he notado que he mejorado en algunos aspectos. Asi que supongo que darle a la tecla te va haciendo mejor escritor. O eso debo de pensar. También he estudiado a otros y cogido algunos cursillos que te van dando pistas que por ti solo no ibas a descubrir. Muy buen artículo! Seguiremos en la brecha!
Totalmente de acuerdo contigo. Escribir es como ir al gimnasio: cuanto más entrenas, mejor te pones. Y sí, estudiar a otros escritores, hacer cursos y revisar lo que escribiste antes ayuda un montón. Esa evolución que notás es una señal clarísima de que vas por buen camino. ¡A seguir dándole a la tecla!
Pienso que se aprende escribiendo sobre un colchón de vocación, de preparación, de mucha alma, de tiempo y de fuerte adicción
La calidad está por encima de la cantidad, pero si van juntas mejor.
A esta altura del trapecio me gustaría que mis lectores dijeran -Que bien escribía esas tramas sencillas.
Muy buena reflexión. Gracias Roberto. Buenas noches.🌻
Gracias a ti por compartir algo tan auténtico y profundo. Esa combinación de alma, vocación y adicción por escribir es lo que realmente sostiene una carrera literaria. Y ese deseo de que te recuerden por escribir bien… eso es oro puro. ¡Un abrazo y buenas noches! 🌻