***ATRÉVETE A SOÑAR***
Zabras, un rudo teniente, debe conducir en Fédula una peligrosa misión para tomar por asalto el castillo donde se ocultan sus enemigos. Para ello, cuenta con la imprescindible ayuda de la ingeniera Laila y su asistente Eli (que no son humanos, sino niles), quienes se entregan a la fabricación de una tan portentosa como mortífera máquina de guerra. De una aguda inteligencia, pronto Laila provocará en Zabras algo más que recelos, envidias y encontronazos: «Gracias a ti he podido atisbar ciertas cosas en mí que aún me resultan extrañas y confusas», le confesará el teniente a la ingeniera, con lo cual se abrirá la posibilidad de una historia sorprendente.
El deseo de Laila es un relato que por breve no deja de fascinar y sorprender por su intensidad. Su autor no hace concesiones a la hora de tratar el complejo mundo de las emociones, que subyace en todo conflicto en las relaciones humanas. Su narrativa —como en estéreo—, alternando los diálogos interiores de sus protagonistas, recuerda un poco la técnica del flujo de conciencia tan practicada por William Faulkner.