Contenido
ToggleEl monólogo interior es una de las técnicas narrativas más interesantes y desafiantes.
Para muchos novelistas, escribir la novela soñada significa aprender a dominar el arte del monólogo interior.
Mucho puede decirse sobre el monólogo interior como técnica narrativa, como tradición literaria y como forma de expresión poética.
En este artículo te brindamos un panorama general sobre el monólogo interior, te contamos sus principales características y te damos ejemplos.
Continúa leyendo y conocerás todo lo que debes tener en cuenta para escribir un monólogo interior genial.
Qué es el monólogo interior
El monólogo interior es una técnica narrativa que busca reflejar los pensamientos de un personaje de manera extensa.
Los seres humanos pensamos casi todo el tiempo, aunque no exterioricemos esos pensamientos. Nada más despertar, empezamos a «hablar» con nosotros mismos, a expresar deseos, recuerdos y planes de nuestro día a día.
Esos pensamientos han sido materia literaria desde tiempos antiguos.
Definición de monólogo interior
El monólogo interior es aquel texto que expone los pensamientos de un personaje sin la intervención del narrador.
Los monólogos interiores pueden llegar a ser bastante largos. Por lo general, crear un monólogo interior es escribir una cantidad considerable de texto. Sin embargo, también se puede escribir un monólogo interior breve.
El monólogo interior es una técnica difícil
Plasmar los pensamientos de un personaje de manera natural y, sobre todo, interesante para el lector, no es una tarea fácil.
En su primera novela, muchos escritores sienten la tentación irresistible de escribir páginas y páginas de divagaciones, elucubraciones y fantasías personales.
Estos escritores publican con gran ilusión, pero sus sueños se ven frustrados cuando descubren que nadie quiere comprar su novela.
¿Por qué sucede esto? Pues, porque no cualquier pensamiento íntimo de una persona es interesante como materia literaria.
Si vas a dedicar, por ejemplo, cinco páginas de tu libro a describir con lujo de detalles cómo decidiste cada ítem de la compra diaria, esa narración debería tener un trasfondo metafísico, político, social o de otro tipo, algo que permita a los demás interesarse.
Además, para que esa narración sea considerada literaria, debe estar escrita de forma bella.
En otras palabras, el monólogo interior debe ser atractivo para el lector. Conseguir ese efecto no es nada fácil, aunque no es imposible.
Monólogo interior y narrador omnisciente
Usar un narrador omnisciente es una técnica literaria clásica. El narrador omnisciente es un artificio literario que permite contar todo lo que sucede en una escena, desde los hechos «visibles» hasta los pensamientos privados de los personajes. No se debe confundir con el narrador en primera persona.
Las Novelas ejemplares de Cervantes son ejemplos claros de este tipo de narrador. También lo es La Regenta, de Leopoldo Alas. Los ejemplos de narrador omnisciente son inacabables, la mayoría de las novelas usan narradores de este tipo.
Muchos autores suelen confundir el narrador omnisciente con el monólogo interior. ¡Cuidado, son cosas distintas!
La diferencia básica es que el narrador omnisciente conoce y describe los pensamientos de todos los personajes de la obra, mientras que el monólogo interior solo contiene las ideas de un personaje.
Ese personaje puede ser el narrador de la novela, aunque también podría no serlo.
Características del monólogo interior
Contar los pensamientos de un solo personaje desde la perspectiva de ese mismo personaje tiene algunas consecuencias importantes que dan un aspecto característico al monólogo interior.
Las características principales del monólogo interior son las siguientes:
#1. El monólogo interior altera el tiempo cronológico
La manera «natural» de hacer cualquier narración es contar lo más antiguo primero y lo más nuevo después.
En el monólogo interior, el tiempo cronológico puede quedar suspendido, volver al pasado o proyectarse hacia el futuro.
Imagina un personaje que, al ver un cuadro en su habitación, comienza a pensar. Primero piensa en lo que ese cuadro le provoca en el presente, las sensaciones que experimenta al verlo hoy. Después recuerda escenas del pasado y las relaciona con la pintura y, al final, imagina el futuro, los cambios que desea para su vida, para su historia…
La narración de ese pensamiento puede ocupar decenas de páginas, aunque en el resto de la novela basten dos párrafos para contar lo que pasa en un día entero.
¿Qué ha pasado aquí? Pues, el monólogo interior del personaje interrumpió la cronología de los hechos, pausó el tiempo y lo hizo saltar del pasado al futuro. Ese es el tremendo poder que tiene un monólogo interior bien escrito.
#2. Escribir monólogo interior es usar el tiempo psicológico
El tiempo subjetivo es algo bien documentado por la psicología. Todos experimentamos alguna vez la sensación de que ha pasado una hora cuando en realidad solo pasaron veinte minutos, y viceversa, pensamos que solo transcurrieron veinte minutos, pero la verdad es que ha pasado mucho más tiempo.
El tiempo psicológico o subjetivo tiene que ver con las emociones y los sentimientos que experimenta la persona que mide ese tiempo.
El monólogo interior es una manera genial de imitar en la literatura ese efecto de la vida cotidiana.
#3. El monólogo interior y el diálogo
Los diálogos aportan un dinamismo sin igual a cualquier narración literaria. Una conversación entre dos personajes humanos bien logrados tiene un potencial inmenso para enganchar lectores.
En cierto sentido, el monólogo interior puede ubicarse en las antípodas del diálogo porque ralentiza la narración, la hace más densa y difícil de leer.
Esto no quiere decir que escribir diálogos está bien y escribir monólogos interiores está mal. Solo queremos recordarte que, si tu monólogo interior no tiene ingredientes interesantes, muchos lectores se aburrirán.
#4. El monólogo se usa para narrar hechos interiores
Los pensamientos son hechos interiores, son una especie de «acontecimientos» que no tienen lugar en el mundo exterior, sino en la psicología de un personaje.
Estos pensamientos pueden reflejar sueños, recuerdos y opiniones sobre la realidad, sobre el mundo que todos compartimos.
Así, el monólogo interior de un personaje puede tratar temas conocidos por el gran público, como la guerra, la codicia, el amor, el arte, el conocimiento humano, el miedo, la belleza y una infinidad de temas universales.
Abordar estos temas hace que el monólogo interior sea interesante para un mayor número de lectores.
#5. El monólogo interior revela el inconsciente de los personajes
Un aspecto interesante de los monólogos interiores es que permiten conocer la parte oculta de la psicología humana, aquello que jamás diríamos en público o que nosotros mismos no conocemos de nuestra propia mente.
En el libre discurso de pensamiento puro, los personajes revelan sus más íntimos sentires, sus opiniones privadísimas y sus deseos ocultos.
#6. El monólogo interior permite una escritura libre
La mayor libertad que tenemos al escribir un monólogo interior es que no hace falta separar los párrafos con puntos y aparte. En nuestra mente, las ideas se presentan en una sucesión indefinida y a veces desordenada.
Para muchos autores, la forma preferida de escribir monólogos interiores es redactarlos en un solo párrafo que abarque muchas páginas.
Sin embargo, debes tener cuidado con los monólogos interiores demasiado extensos. Puedes alternar monólogos breves con escenas de acción para que el lector contemporáneo no se distraiga.
#7. Monólogo interior y flujo de consciencia
El flujo de consciencia es un monólogo interior «al extremo», donde el personaje expresa todo lo que viene a su mente sin orden alguno.
En el flujo de consciencia es habitual encontrar palabras escritas por la mitad, faltas ortográficas deliberadas, cambios abruptos de tema y otros rasgos del pensamiento espontáneo.
El monólogo interior puede servir para empatizar con un personaje
Escribir un buen monólogo interior hace que los lectores se acerquen con mayor intimidad al personaje que expresa sus pensamientos.
Ese personaje podría ser un tirano, un malvado vampiro, un tramposo incurable o cualquier otro villano, pero, cuando revela sus pensamientos «sin filtro», podemos descubrir que también es vulnerable y tiene algunos rasgos de nobleza.
La escritura de monólogos interiores otorga profundidad y riqueza a los personajes de un texto literario.
Ejemplos de monólogo interior
#1. Ulises, de James Joyce
Esta obra clásica utiliza una técnica experimental de monólogo interior en la que los pensamientos no están elaborados, sino que brotan de la mente del personaje como un flujo de ideas sin coherencia aparente.
#2. Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes
En este libro, una mujer desarrolla las ideas que vienen a su cabeza el día del velatorio de su marido, recordando su relación con él y las experiencias que compartieron juntos.
#3. El ruido y la furia, de William Faulkner
En esta novela clásica del gótico sureño estadounidense, el monólogo interior es un recurso importantísimo que nos permite conocer los puntos de vista de los distintos personajes.
Monólogo interior en literatura
¿Quieres escribir un monólogo interior para tu novela y no logras un resultado que te satisfaga? Nuestros lectores expertos pueden escribir un informe de lectura profesional sobre tu texto y ayudarte con instrucciones precisas para mejorarlo.
¿Cuál es tu monólogo interior favorito? ¿Cómo resuelves tú los desafíos narrativos que ofrece esta técnica? ¡Déjanos un comentario y cuéntanos tu opinión!
8 comentarios en “El monólogo interior”
Buen resumen sobre esta maravillosa técnica. Respecto al monologo interior pienso que Joyce es un maestro y es el que lo utiliza con mayor originalidad. Recordemos el último capítulo de Ulyses, más de cien páginas sin puntos ni comas con los pensamientos de Molly en la cama mientras su marido duerme.
Yo tengo siempre una duda respecto a la forma de escribirlo:
¿Se debe poner entre comillas angulares?
¿Cual es la mejor forma de escribirlo sin confundir al lector?
Hola Jose Luis,
Estoy de acuerdo contigo en que Joyce es un maestro en la utilización del monólogo interior, es una referencia clave en esta técnica literaria. Sobre tu pregunta, no existe una regla estricta para representar el monólogo interior. Algunos escritores eligen ponerlo entre comillas angulares, otros simplemente utilizan una letra cursiva, y otros cambian el formato del párrafo. La elección depende de la claridad y del estilo que quieras darle a tu escritura.
Te recomendaría experimentar con diferentes formas hasta que encuentres la que más te guste y la que creas que funciona mejor para tu historia y para tu público.
Si tienes más dudas o necesitas ayuda para desarrollar tu estilo, no dudes en escribirnos a contacto@letraminuscula.com. También puedes visitar nuestra web https://www.letraminuscula.com/ o llamar o escribirnos por WhatsApp al +34640667855. Estaremos encantados de ayudarte.
Saludos!
Gracias por la respuesta tan rápida.
Muchas gracias a ti por comentar.
Interesante artículo, por lo que cuenta y cómo lo hace. Mis primeros escritos no sé si se podrían encuadrar en este tipo de escritura, un diario que sigo haciendo todavía, y, también reflexiones sobre frases o citas que me gustaban y sacaba de los libros que leía. El libro «El lises», lo he intentado leer y no lo he conseguido. Y lo mismo puedo dsecir de «Cinco horas con Mario», de Miguel Delibes; sin embargo me encantan Platón y Aristóteles.
Hola Alejandro,
Me alegra que encuentres interesante el artículo. Es genial que hayas desarrollado un hábito de escritura y reflexión a través de tu diario y las frases o citas que te gustan de los libros que lees. Esta es una excelente manera de profundizar tu comprensión de la literatura.
Respecto a «El lises» y «Cinco horas con Mario», cada libro tiene su propio estilo y tono, y no todos resuenan con todos los lectores. Por otro lado, es genial que disfrutes de Platón y Aristóteles. Ellos son fundamentales en la filosofía y han influido en gran medida en nuestra cultura y pensamiento.
Si tienes más preguntas o necesitas consejos sobre cómo autoeditar tus escritos, por favor, no dudes en contactarnos en contacto@letraminuscula.com. También puedes visitar nuestra página web https://www.letraminuscula.com/ para más información.
¡Un saludo y sigue escribiendo!
Excelente tema!!! veo que vas hacia sutilezas de mayor complejidad. Me gustaría, Roberto, que hablaras de los múltiples narradores en una misma novela, y si te pareciera útil, de la narración de distintos tiempos, por ejemplo, dentro de un diálogo en el presente insertar literal otro diálogo con alguien más en el pasado (que no sea en estilo indirecto). ¡Gracias por tu generosidad!
¡Hola Guillermo!
Me alegra mucho que te gusten los temas que estamos tratando en el blog y agradezco tus sugerencias. Es muy interesante lo que propones sobre los múltiples narradores en una misma novela y la narración de distintos tiempos. Son temas complejos pero llenos de posibilidades para enriquecer nuestras historias.
Definitivamente, consideraré tus sugerencias para futuros artículos en el blog. Mientras tanto, si tienes preguntas más específicas o si te interesa publicar tu libro con nosotros, no dudes en escribirnos a contacto@letraminuscula.com o contactarnos vía WhatsApp en el +34640667855.
¡Gracias por tu participación y tu interés en Letra Minúscula!
Saludos, Roberto