Partes y estructura de un ensayo. ¿Cómo escribir un ensayo?

Cuál es la estructura de un ensayo es una pregunta muy frecuente en ámbitos filosóficos, científicos y literarios, entre muchos otros.

En este artículo responderemos a ese interrogante con instrucciones claras y concretas.

¿Quieres escribir un ensayo convincente y fácil de leer? Continúa leyendo y aprenderás de manera sencilla cuáles son las partes de un ensayo y los pasos que tienes que seguir para escribirlas correctamente.

¿Te gustaría publicar un ensayo? Podemos ayudarte. ➡️Haz CLIC AQUÍ⬅️.

¿Qué es un ensayo?

Definición de ensayo
El ensayo es un texto donde el autor expresa sus ideas sobre un tema particular exponiendo su punto de vista y desarrollando una opinión bien elaborada. No es un comentario casual sino una reflexión profunda y organizada.

El objetivo de todo buen ensayo es convencer al lector sobre la validez de la opinión expresada en él.

El tema del ensayo puede ser un libro, una obra de arte, un hecho político, una tendencia social o cualquier otra cuestión que llame la atención del autor.

El ensayo es un género literario (al igual que la novela, el cuento y la poesía) y se caracteriza por la exposición de argumentos a favor o en contra de algo. Por eso muchos estudiosos del tema afirman que el ensayo es un texto argumentativo, aunque no esté compuesto exclusivamente de argumentos.

7 partes de un ensayo

Todos los géneros literarios tienen reglas específicas, pautas de escritura distintivas. El ensayo no es la excepción. Para que tu argumentación sea sólida y persuasiva lo más importante que debes tener en cuenta es la estructura del ensayo.

Organiza el texto de manera que el lector pueda seguir fácilmente el ritmo de la exposición y se vaya convenciendo palabra por palabra de la validez de tu opinión.

Conseguirás este efecto si planteas la estructura del ensayo de la siguiente manera:

Estas son las 7 partes de un ensayo:

1. Introducción

La introducción de un ensayo es una porción de texto (a veces breve, de un párrafo o dos) que pone al lector en situación rápidamente. Responde a la pregunta general: ¿de qué trata este ensayo?

Para responder a esta pregunta debes presentar el tema y la tesis que vas a defender, es decir, aquello sobre lo que vas a escribir y el punto que quieres demostrar. Hazlo en pocas palabras y sin entrar en detalles.

Termina la introducción con una pregunta que dispare la polémica. Así tus lectores sentirán una curiosidad irresistible por seguir leyendo.

2. Desarrollo

Es la exposición detallada de tus pensamientos sobre el tema elegido. De todas las partes de un ensayo, esta es la más creativa. El desarrollo se compone de ideas, reflexiones y argumentos sobre el objeto de análisis y ocupa casi todo el texto del ensayo (más o menos el 75 %).

Dale rienda suelta a tu creatividad, pero no hagas un desarrollo desordenado. Comienza con un dato fiable e irrefutable, algo que nadie pueda negar. Y luego vuelve a escribir la tesis, esta vez con lujo de detalles.

Ahora viene lo más importante: debes presentar argumentos que respalden tu tesis.

Los argumentos deben ser por lo menos tres, pero la cantidad final puede ser la que tú quieras, dependerá de los conocimientos que tengas acerca del tema y la información disponible para apoyar tus ideas.

Los argumentos son el nudo, la más importante de todas las partes de un ensayo. No los dejes librados al azar. Para escribir buenos argumentos, sigue estas estrategias:

3. Definiciones y datos

Explica los términos o conceptos que el lector pudiera ignorar. Identifica las palabras clave de tu ensayo y ofrece algunos sinónimos. Usa el diccionario para buscar las definiciones que mejor se acomoden a tu postura.

También puedes plantear la etimología de los términos importantes y mostrar la variación de sus significados hasta la actualidad.

No pretendas que toda la información que ofreces en tu ensayo provenga de ti mismo. Para que tus lectores crean lo que dices, acude a fuentes confiables que te provean definiciones precisas y actualizadas.

Las fuentes de información deben ser elegidas teniendo en cuenta el tema sobre el que estás escribiendo y el público al que te diriges.

Por ejemplo, si tu ensayo es político, busca definiciones hechas por activistas y funcionarios importantes; si es sobre literatura, cita a escritores de renombre; si es un ensayo científico, recurre a los especialistas más reconocidos en su materia.

En muchos tipos de ensayo (sobre todo en los ensayos científicos) citar estadísticas y otros datos numéricos les dará a tus argumentos mucha más credibilidad.

Los sitios en línea de la ONU, la OMS y los ministerios gubernamentales de tu país pueden proveerte información exacta y comprobable para reafirmar tus argumentos.

4. Establecer relaciones de causa y efecto

A veces las ideas aparecen en nuestra mente de manera desorganizada y confusa. Tómate tu tiempo para establecer la sucesión lógica de los pensamientos y los hechos que quieres reflejar en tu ensayo: ¿qué está antes y qué después?, ¿qué conceptos ubicarías del lado de las causas y cuáles te parece que son efectos?

5. Hacer comparaciones

Plantea relaciones de semejanza y diferencia fáciles de comprender.

Tu ensayo puede incluir dos tipos básicos de comparación: entre entidades del mundo y entre argumentos.

Comparar entidades es, por ejemplo, marcar la oposición entre un libro y otro, entre dos épocas históricas, entre dos lugares geográficos, etc.

Comparar argumentos es establecer similitudes y diferencias entre tu opinión y la de otras personas que han escrito sobre el mismo tema, dejando en claro las razones por las que crees que tu opinión debe ser tenida en cuenta.

¡Ten mucho cuidado, no compares cosas incomparables (como un bolígrafo y un rascacielos) y, si vas a refutar argumentos de otras personas, sé humilde!

6. Conmover

Esta es la estrategia más «artística» a la hora de hacer un ensayo. Aquí entra en juego el sentido figurado, el valor poético de tu prosa. Tienes que apuntar a la sensibilidad del lector con metáforas y otras figuras retóricas que te permitan ganarte su complicidad.

Los recursos literarios de un ensayo son el complemento perfecto de una argumentación sólida y te ayudarán a moderar la rigidez de los planteos lógicos.

Pero si estás escribiendo un ensayo científico, abusar de los recursos poéticos puede restarle credibilidad a tu texto.

7. Conclusión

La conclusión es una recapitulación de lo que has escrito. En ella debes condensar todas las ideas del texto para reafirmar tu tesis. Al escribir la conclusión de tu ensayo tienes que reunir lo central de cada argumento y articularlo en la confirmación de tu punto de vista.

Una fórmula clásica de presentar la conclusión de tu ensayo es: «Entonces, lo dicho hasta aquí nos permite concluir que…» seguida por tu tesis.

Recuerda que la conclusión es el «desenlace» de tu ensayo, el remate del planteamiento inicial. Sé contundente, busca dejar una impresión imborrable en tus lectores. Para ello, escribe una conclusión impactante, un final que demuestre la coherencia de tus argumentos y la verosimilitud de tu tesis.

Fuentes consultadas

Si has hecho referencias a fuentes de información externas debes indicarlas claramente.

Existen muchas maneras de señalar citas bibliográficas, como las Normas de Vancouver, las de la Real Academia Española y el sistema de Normas APA, por solo nombrar algunas.

En este enlace encontrarás instrucciones detalladas de los sistemas de referencias más conocidos. ¡No los mezcles, emplea solo uno de ellos!

Cómo escribir un ensayo

No esperes escribir todo el texto de un solo tirón. La estructura del ensayo se va puliendo poco a poco a medida que escribes, desde la página en blanco hasta el texto terminado, pasando por varios borradores.

Comienza con una lluvia de ideas (también llamada brainstorming). Piensa en el tema del que quieres escribir y anota todo lo que se te venga a la mente.

Luego trata de articular esas ideas en un esquema. Puede ser un mapa conceptual o una lista de subtítulos posibles. En esta parte del proceso vas a descartar algunos conceptos que al principio parecían excelentes pero resultaron no serlo.

Finalmente ponte a escribir el ensayo.

Ejemplos de ensayo

Estos ejemplos de ensayo breve te servirán de modelo y fuente de inspiración.

Las redes sociales y la problemática público-privado (de Florencia Pellandini).

Si no hubiera existido Borges (de Beatriz Sarlo).

Como podrás advertir, en el primero de estos ensayos se indica con claridad la división entre las partes mientras que el segundo está escrito con mayor libertad, pero todas las secciones propias del género están presentes de una u otra manera.

Repasando las partes de un ensayo

Recuerda: la estructura de un ensayo no es una fórmula rígida que debas seguir al pie de la letra y siempre puedes introducir variaciones nacidas de tu inspiración y tu creatividad.

Pero si no tienes mucha experiencia en este género literario lo más recomendable es seguir el orden que te proponemos en este artículo.

En resumen, las partes de un ensayo son:

Primero: Introducción. Breve presentación del tema y la tesis. El tema es el objeto que vas a abordar y la tesis es tu punto de vista sobre él.

Segundo: Desarrollo. Es el nudo, la parte central del ensayo. En él debes desarrollar tu tesis y tus argumentos extensamente, presentando información veraz que respalde tus ideas, haciendo comparaciones y empelando recursos literarios que capturen la atención del lector.

Tercero: Conclusión. Es la última parte del ensayo en sí mismo, en ella tienes que recapitular tus argumentos y confirmar tu tesis.

Cuarto: Fuentes consultadas. En este apartado debes escribir las referencias a toda la bibliografía en la que has basado tu texto.

Recuerda que la estructura de un ensayo no es algo que siempre pueda desarrollarse de una sola vez. Primero debes anotar todas tus ideas en un esquema y recién entonces podrás escribir un borrador que irás puliendo hasta producir el texto final.

¿Te quedó alguna duda sobre cómo escribir un ensayo? ¡Escríbenos un comentario aquí abajo!